domingo, 18 de diciembre de 2011

EL MONTE DE LA PENEDA


Situado en  el Municipio de  Redondela ( Pontevedra) parroquia de O Viso con una altitud de 329 metros, domina la panorámica de la Ría de Vigo desde su entrada en la Islas Cíes, hasta el final de la misma en Arcade, el valle de Pontesampayo, Río Verdugo, Redondela y Sotomayor.








En su parte alta existe un Santuario en honor de la Virgen de las Nieves de la Peneda, se trata de una construcción barroca de planta rectangular, tiene la cubierta  a dos aguas, es una nave dividida en dos tramos por un arco fajón de medio punto , con bóveda de cañón y arco apuntado.



Su fachada está formada por un arco de medio punto, de grandes dimensiones.

Construida sobre un asentamiento castrense que existió en la antigüedad y sobre las ruinas del Castillo de Castrizan, construido en 1.477 por el Arzobispo de Santiago, Alonso de Fonseca II, con la intención de controlar las andanzas de Pedro Álvarez de Sotomayor, Conde de Camiña, enemigo acérrimo, personal y de la Iglesia llegado de su encierro en Castilla, castillo que no tardó en destruir, después de una gran batalla y asedio a la mencionada fortaleza, con un gran ejercito, Pedro Madruga, como era más conocido, el Conde de Camiña.



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El Santuario tenía la techumbre de madera, fue en 1.843 cuando la sustituyen por una bóveda de piedra, el suelo recibe su enlosado en 1.825, los retablos también se renuevan, sobre 1878, es el maestro redondelano  Aquilino Fernández, el encargado de ejecutar esa transformación. Por el 1840 es cuando se realiza el cercado del recinto, con muros de cantería  perpiaño.


Parece ser que en 1889 la caída de un rayo, provocó la destrucción de crucero, tomándo la decisión de construir uno nuevo, que  se tiene entendido es el actual.


Actualmente se lleva a cabo la recuperación forestal en la zona, después de quedar calcinado por un incendio, tratando de recuperar el arbolado autóctono, con las “Sobreiras”, (Alcornoque) (Quercus suber). Como árbol más eficaz contrata lo incendios, y eliminar, Acacias, Mimosas, Eucalipto, y otros arbustos, propagadores, de este mal que acucia nuestros montes, labor que desde este blog, animamos  y felicitamos.

Existe una extensa bibliografía sobre este enclave, con una historia sugestiva, que iremos descubriendo, en otras entradas.


Alfredo Campos B

VIGO

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